Diferencia entre revisiones de «2016 - La piratería en el cine. Una mirada desde la Doctrina Social de la Iglesia - Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social»

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La iglesia considera con afecto al mundo del cine y a sus profesionales y les anima aun trabajo que posibilita el propio desarrollo creativo y satisface otras necesidades de toda la humanidad como la difusión del conocimiento y de la cultura, la reflexión sobre la identidad y la misión del ser humano y la transmisión de valores esenciales para la convivencia. Como decia Juan Pablo II, "cuando el cine, obedeciendo a uno de sus principales objetivos, ofrece una imagen del hombre tal como es, debe proponer, partiendo de la realidad, válidad ocasiones de reflexión sobre las condiciones concretas en las que vive". Y continúa señalando que "ofrecer puntos de reflexión sobre temas como el compromiso en lo social, la denuncia de la violencia, de la marginación, de la guerra y de las injusticias(...) que no pueden dejar indiferentes a cuantos están preocupados por la suerte de la humanidad, signfica promover los valores que la iglesia siente como suyos". Esta perspectiva es la que está en el origen de la iniciativa desarrollada en nuestro país con el nombre de Semana de Cine Espiritual, que desde 2004 cada año lleva a miles de personas a las salas de nuestro país, para formarse a través del cine.
 
La iglesia considera con afecto al mundo del cine y a sus profesionales y les anima aun trabajo que posibilita el propio desarrollo creativo y satisface otras necesidades de toda la humanidad como la difusión del conocimiento y de la cultura, la reflexión sobre la identidad y la misión del ser humano y la transmisión de valores esenciales para la convivencia. Como decia Juan Pablo II, "cuando el cine, obedeciendo a uno de sus principales objetivos, ofrece una imagen del hombre tal como es, debe proponer, partiendo de la realidad, válidad ocasiones de reflexión sobre las condiciones concretas en las que vive". Y continúa señalando que "ofrecer puntos de reflexión sobre temas como el compromiso en lo social, la denuncia de la violencia, de la marginación, de la guerra y de las injusticias(...) que no pueden dejar indiferentes a cuantos están preocupados por la suerte de la humanidad, signfica promover los valores que la iglesia siente como suyos". Esta perspectiva es la que está en el origen de la iniciativa desarrollada en nuestro país con el nombre de Semana de Cine Espiritual, que desde 2004 cada año lleva a miles de personas a las salas de nuestro país, para formarse a través del cine.
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3. Desde finales del siglo XX, la proliferación de nuevas tecnologías y de nuevas herramientas está permitiendo una distribución a gran escala de las obras cinematográficas, llegando a muchas personas de un modo más sencillo y económico.
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Ahora bien, sin una pertinente educación moral, esta difusión puede lesionar legitímos derechos e intereses de un amplisimo número de profesionales que trabajan en la industria del cine (guionistas, productores, intérpretes, distribuidores, exhibidores...).
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Así ocurre cuando las creaciones audiovisuales se ponen a libre disposición, fundamentales a través de internet, al margen del cauce de distribución previsto por los productores, o cuando se elaboran copias de la película para la venta en mercadillos o por las calles. Esta actividad tiene una particular gravedad cuando en su origen está el hurto de una cipia de la obra, lo que implicaría un doble ilícito. Sin afán de una excesiva precisión legal o moral, todas estas actividades se conocen como piratería.
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La extensión de la piratería que afecta al mundo del cine, especialmente en nuestro país, está llegando incluso a poner en peligro la continuidad de esta expresión cultural tan valiosa para la difusión de ideas en beneficio de las personas. Como se constata tantas veces en la historia de la humanidad, el proceso científico y tecnológico es acumulativo, heredable y crece de manera exponencial, mientras que la dimensión moral del himbre debe ser enseñada y aprendida en cada generación. Esta contradicción alcanza también a nuestra sociedad y puede ser aplicada de manera particular al mundo del cine.

Revisión del 23:58 14 mar 2022

MENSAJE DE LOS OBISPOS PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES

INDICE

1.Introducción. El mundo del cine

2.El legítimo derechos a la propiedad alcanza también a los bienenes intelectuales y culturales

3.La industria del cine y el fénomeno de la piratería

4.El punto de vista moral acerca de la piratería

5.Llamamiento

1.Introducción

1.Desde el comienzo de las proyecciones cinematográficas, a finales del siglo xix, la iglesia ha entendido el cine como un medio de comunicación de masas, y como una nueva herramienta valiosa también para la evangelización. Juan Pablo II lo describió "como vehículo de intercambios culturales e invitación a la apertura y a la reflexión con respecto a realidades ajenas a nuestra formación y mentalidad. En este sentido, el cine permite superar las distancias y adquiere la dignidad propia de la cultura.

2.El aprecio al mundo del cine y la consideración de su importancia colectiva, cultural y evangelización ha llevado a la iglesia a crear organismos dedicados a la labor pastoral en el ámbito cinematográfico. En los años 20 se fundó la Organisation Catholique Internationale di Cinéma (OCIC) -integrada en SIGNIS a partir de 2000- con el objetivo de reunir a los cátolicos que trabajaban como profesional en el ambito del cine. La iglesia apreció la oportunidad que ofrece el cine para presentar sus puntos de vista y opiniones sobre la vida y el mundo y, naturalmente, se involucro en la promoción de la educación y los valores a tráves del cine.

En 1948, Pío XII instituyo la Pontificia Comisión para la Cinematografía didácticaque se trasnformó, en 1954, en la Pontificia Comisión para el Cine, la Radio y la Televisión, que fue, a su vez, precursora del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.

La iglesia considera con afecto al mundo del cine y a sus profesionales y les anima aun trabajo que posibilita el propio desarrollo creativo y satisface otras necesidades de toda la humanidad como la difusión del conocimiento y de la cultura, la reflexión sobre la identidad y la misión del ser humano y la transmisión de valores esenciales para la convivencia. Como decia Juan Pablo II, "cuando el cine, obedeciendo a uno de sus principales objetivos, ofrece una imagen del hombre tal como es, debe proponer, partiendo de la realidad, válidad ocasiones de reflexión sobre las condiciones concretas en las que vive". Y continúa señalando que "ofrecer puntos de reflexión sobre temas como el compromiso en lo social, la denuncia de la violencia, de la marginación, de la guerra y de las injusticias(...) que no pueden dejar indiferentes a cuantos están preocupados por la suerte de la humanidad, signfica promover los valores que la iglesia siente como suyos". Esta perspectiva es la que está en el origen de la iniciativa desarrollada en nuestro país con el nombre de Semana de Cine Espiritual, que desde 2004 cada año lleva a miles de personas a las salas de nuestro país, para formarse a través del cine.

3. Desde finales del siglo XX, la proliferación de nuevas tecnologías y de nuevas herramientas está permitiendo una distribución a gran escala de las obras cinematográficas, llegando a muchas personas de un modo más sencillo y económico. Ahora bien, sin una pertinente educación moral, esta difusión puede lesionar legitímos derechos e intereses de un amplisimo número de profesionales que trabajan en la industria del cine (guionistas, productores, intérpretes, distribuidores, exhibidores...). Así ocurre cuando las creaciones audiovisuales se ponen a libre disposición, fundamentales a través de internet, al margen del cauce de distribución previsto por los productores, o cuando se elaboran copias de la película para la venta en mercadillos o por las calles. Esta actividad tiene una particular gravedad cuando en su origen está el hurto de una cipia de la obra, lo que implicaría un doble ilícito. Sin afán de una excesiva precisión legal o moral, todas estas actividades se conocen como piratería.

La extensión de la piratería que afecta al mundo del cine, especialmente en nuestro país, está llegando incluso a poner en peligro la continuidad de esta expresión cultural tan valiosa para la difusión de ideas en beneficio de las personas. Como se constata tantas veces en la historia de la humanidad, el proceso científico y tecnológico es acumulativo, heredable y crece de manera exponencial, mientras que la dimensión moral del himbre debe ser enseñada y aprendida en cada generación. Esta contradicción alcanza también a nuestra sociedad y puede ser aplicada de manera particular al mundo del cine.