1997 – Manifesto WorkSpace – Pit Schultz y Geert Lovink

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Texto

*CÓMO ESCRIBIR UN MANIFIESTO* - UNA DESCRIPCIÓN DEL TIPO DE DOCUMENTO

El modernismo clásico nos trajo un nuevo formato textual para el uso multipropósito en el extraño entorno de los medios técnicos. El manifiesto fue presentado por varios grupos de artistas vanguardistas a principios de este siglo como un tipo de documento mediador en un momento de intensa urgencia, el de la utopía de la novedad radical.

Hoy el manifiesto vuelve como una forma útil de discurso electrónico que se sitúa en el corazón del poder cibernético. No solo articula una voz jerárquica desde arriba representando los deseos de otros y promueve el proyecto de un modelo del mundo único y predominante, además resulta imposible tomar en serio cada detalle de las declaraciones que haga. En esencia, el manifiesto digital es una forma altamente eficiente de comunicación que proporciona un marco de inmediatez y presencia para quienes lo formulan.

El manifiesto digital no distingue más entre las interpretaciones interminables y la lógica decisiva de las afirmaciones puntuales, articula una subjetividad profunda y a menudo artificial sin reclamar un poder absoluto en el mundo real. La ambigüedad que crea entre visibilidad y virtualidad lo hace inservible para formas serias de ejercer el poder en virtud de su propia ausencia. Paradójicamente, solo gracias al hecho de su impotencia y marginalidad el manifiesto digital puede reivindicar que habla en nombre de fuerzas sobrehumanas.

El manifiesto digital que aparece en incontables ocasiones en las redes electrónicas no está reescribiendo la interfaz-de-línea-de-comandos humana como se la conocía desde antes de la Guerra. En los tiempos de las redes, una vez terminada la deconstrucción, el manifiesto es un nodo que atrae otros textos, incluyendo audio y video, y juega con el potencial viral de poder ser reenviado, redistribuido, citado y traducido.

El manifiesto digital funciona como un género medial que especula con la máxima atención y exposición mediática posible. Imita el gesto de la transmisión masiva en los tiempos de la publicidad democratizada de la fotocopia. Por definición el manifiesto digital tiene un mensaje fuerte. Reclama una totalidad imaginativa, un futuro posible, un territorio virtual, sabiendo que existe entre una multiplicidad de otros manifiestos que ponen en práctica la pasión por la polémica y la retórica de la imaginación pública: “I had a dream” (citando la famosa apertura de Martin Luther King). Puedes encontrar el manifiesto digital por toda la red refiriéndose a su exterior y a otros manifiestos solo por el hecho de que expresa la voluntad de ser escuchado, de que una forma extrema de ver el mundo sea oída.

El manifiesto digital es lo opuesto a la contemplación autoreferencial desde el interior del sistema. Rompe con las cadenas de la interpretación infinita del material textual existente. Se trata de afirmar lo obvio, reclamar lo imposible y hacerse merecedor de todo el espectro de posibilidades pragmáticas al extremo de volverlas verdaderamente especulativas. Próximo a documentos como el panfleto, la declaración, el comunicado, el sermón, la agenda, la carta o la petición, y a diferencia del ensayo, el artículo, el informe u otros textos extensos, el manifiesto digital realiza una compresión que tiene en cuenta la necesidad de resumir, editar y seleccionar entre los flujos mediáticos. Desde el principio se anticipa a la difusión masiva y lo que puede hacerle a un texto. “Mejor abrevia, mi capacidad de atención es limitada” ( J. Sjerpstra). La forma típica del manifiesto digital es una larga lista de párrafos que funciona como un cristal donde un párrafo puede reflejar a todos los demás. El carácter potencial de esta clase de texto no está oculto o inserto en un conjunto de personajes y narraciones como en una novela o una alegoría. En un manifiesto digital la necesidad de ampliar las posibilidades se encuentra con el deseo de tocar el nivel de lo real y funciona como un infovehículo popular en la lucha por la atención.

*REPRESENTACIÓN - MEDIA- IMAGEN

Hoy en día, si trabajas en el campo de los nuevos medios te confrontas directamente con el poder institucional de la imagen. Los multimedia están ahí fuera pero aparentemente algunos medios son más adecuados que otros… Los que funcionan con una interfaz de representación visual son también los más atractivos para los consumidores, los asesores, los teóricos de la comunicación y los comisarios de museos. Los medios ópticos han tenido tradicionalmente un papel predominante en el proceso de construcción de la verdad y de representación de lo invisible. Cuando se trata de reflexionar sobre la realidad, nuestra lengua occidental está llena de términos que privilegian lo visual por encima de todos los demás sentidos al hablar de la verdad. La forma directa de ejercer el poder sobre los sueños y visiones de la gente es controlando la esfera de las imágenes. Esto juega un rol crucial no solo en la religión y la publicidad sino en todos los campos que necesitan servirse de la representación del poder a través de la visualización para celebrar y mediar su legitimidad. En la industria de los nuevos medios especializada en el desarrollo de *interfaces*, la mayor parte del trabajo se centra en la producción de demos (véase a Peter Lunenfeld en Nettime). En último término se necesita una superficie para cubrir el vacío del producto final con un aura brillante y glamurosa.

El objetivo es presentar con éxito productos mediáticos que sugieran contenido, contexto y comunicación. Producir un estímulo psicofísico a través de información visual es una habilidad que se ha aprendido poniendo los experimentos de las diferentes vanguardias en el contexto comercial —sin incluir, por supuesto, los plateamientos sociales, políticos e idealistas del modernismo. Este formato especula, como en la locura por la bolsa de valores, con las inversiones hechas por los usuarios en una “economía de las ideas” y en productos vacíos y simulados que arrebatan su atención y su dinero sin saciar sus deseos. Mientras un producto está en modo demo incita al deseo reiterando la promesa de los tremendos potenciales de la versión completa que siempre está por venir.

Los problemas del diseño medial todavía no se han discutido adecuadamente. Algunos tienden a ver esta práctica “artesanal” sobre todo en términos clásicos, donde el diseño es la fase final del proceso de producción. Sin embargo, en el negocio de la información el diseño juega el papel de la arquitectura, estructura las actividades y organiza el conocimiento y la memoria. El diseño de la navegación determina los modos de orientación y en el mejor caso predice todos los movimientos e interpretaciones posibles de los usuarios. La mejor interfaz es la que se vuelve invisible. Las imágenes electrónicas te llevan a la esfera detrás de la pantalla, estimulan la imaginación, intentan mediar entre programadores y usuarios, pretenden dar a la tecnología un rostro humano y ayudan a reorganizar los negocios y los flujos de trabajo. Las imágenes electrónicas cumplen un rol iniciático en el primer encuentro con el dominio de los nuevos medios, mediando hoy la esfera de los sueños (del mañana), el nomos mitológico, el reino del inconsciente.

La estética de dispersión total de la imagen televisada no atraviesa la pantalla del paradigma representacional. La celebración de los medios ópticos que sustituyen el papel de la pintura no dice mucho del usuario medio que incluso desearía probablemente ver de nuevo pinturas reales. Es el juego con los modos de visibilidad e invisibilidad, los agregados de mediación entre posibles modos de representación, expandidos desde el lienzo plano de la pantalla del ordenador a diferentes entornos de programación y transformación, que pueden eludir fácilmente a las autoridades centrales del control de calidad con solo encontrar nuevas combinaciones o crear nuevos híbridos e intensidades diferentes. En el operador de los medios digitales estas mezclas tan privadas introducen por un momento la alegría pura de hacerlo tú mismo. Antes de que las viejas instituciones o las empresas comerciales se muden, ya están ahí otros campos para el uso táctico.

*HÍBRIDO*

Lo híbrido tiene muchos nombres, muchas caras. Una de ellas es la fusión de la que somos testigos entre la tecnología de video e internet. Pero la tan anunciada boda entre la TV y la web bien puede no ocurrir nunca. El culto a la interfaz culmina en su actual mandato de unificar todos los media bajo un único gran navegador. La manifestación más reciente de esta idea es el “cuadro de configuración”, el “ordenador red” y el intento de reinventar la TV en internet con el llamado “Push Media”. Durante la fase de guerra de los estándares se observa una diversidad de medios provisionales, subestándares variados, incompatibilidades y gigantes de la comunicación centralizada que intentan incluir y engullir a los medios pequeños.

En el nivel técnico, los sistemas híbridos son a menudo la forma pragmática de resistencia y un intento de encontrar la mejor solución posible, lejos de la que consiste en dominar el mercado, incluyendo sistemas diferentes o más antiguos. Esto se asemeja bastante al statu quo que prevalece en la cultura pop, donde lo híbrido como política cultural actúa contra el “apartheid” y las dulces promesas de una totalidad escondida tras el concepto de la Gesamtkunstwerk. Lo híbrido como condición posmoderna no es una estrategia sino un punto de partida (o un punto de referencia). A partir de un cierto umbral el ensuciar, mezclar y abrir los sistemas se rechaza. La doble cara de la hibridación necesita una crítica en el contexto de la expansión del capital global y un análisis de sus posibilidades de emancipación a nivel micro. En el camino peligroso que lo lleva a convertirse en Media-Gesamtkunstwerk, el concepto de hibridación pierde contacto con los sujetos y sirve como modelo de organización y dominación sofisticadas.

*TRABAHO*

Networking is not working

George Soros

Más allá de la idea del pleno empleo y del escenario de una economía sin empleo, hay muchos ejemplos prácticos de invención de nuevas formas de trabajo. Tanto si toma la forma de un McTrabajo neoliberal a tiempo parcial, de alguna actividad dentro de los programas estatales de desempleo, de cualquier tipo de ocupación en el mercado negro en rápida expansión, de un trabajo esclavo en una de las fábrica de las “Pequeñas Asias” que brotan por todas partes, o solo como una manera nueva de ayuda vecinal formalizada, el concepto tradicional de trabajo está cambiando rápidamente. Y muy a menudo lo hace aplicando tecnologías de la información. Al mismo tiempo, un cierto tipo de “trabajo autónomo” parece persistir también. Explotado hasta el total agotamiento, trabajando por el escaso logro del mínimo existencial como recompensa en entornos de bajos recursos y con un presupuesto casi nulo. Debe ser el atractivo de una gratificación diferente al dinero la que motiva a algunas personas a trabajar tan duro en los media sin fines de lucro. Y sin embargo, esto podría convertirse en el modelo para mucha más gente. El trabajo sigue siendo el camino dorado hacia la autorrealización. Desprenderlo de los circuitos del capital plantea la cuestión de en qué economía debería basarse. Es demasiado fácil afirmar que con el auge del neoliberalismo se están privatizando muchos sectores de la esfera pública y se están explotando otros recursos de forma irreversible, lo que significa también que no hay forma de dar marcha atrás. Mientras todo el mundo parece estar de acuerdo a regañadientes con el hecho de que no se ha hecho mucho dinero en la red hasta la fecha, uno sigue apostando por un gran boom impulsado por las redes de información globales.

Los principales problemas en juego son la aparición de nuevos tipos de trabajos en el sector servicios y la necesidad de más educación y durante toda la vida. Sin embargo, la misma corriente supervisa la existencia de una economía oculta del don, una cultura DIY para producir contenido público sin la expectativa de ganar mucho dinero. Aparte de la pequeña comunidad de expertos en la red que se ganan el sustento como consultores o periodistas, o el grupo aún más reducido que encuentra sus pequeños nichos en el mundo del arte, la gran mayoría de los pequeños productores de contenido son particulares a quienes les gusta publicar lo que quieren por el placer de hacerlo. Este proceso de democratización de los medios de producción, tan doloroso y básico como es, hace realidad un gran sueño de muchos utopistas sociales, con el único inconveniente de que la gloria y la conciencia de clase de la nueva clase trabajadora virtual, en realidad, no parecen existir. Mientras aún tenemos ante nosotros todas las herramientas posibles para una mayor libertad de prensa, a menudo somos incapaces de hacer nada, hipnotizados como estamos por los pronunciamientos sobre el aumento de la mercantilización total. Evitando autoexplotarse y agotarse por una lado, y venderse y alienarse por el otro, la exploración de los posibles modos de encontrar trabajo en los nuevos medios es una tarea en verdad desafiante. Mientras que la trampa de un ideal ascético o la tragedia de una utopía realizada te hace hipersensible a las falsas promesas, todavía tienes que salir adelante.

*ESPACIO*

Diferentes tipos de espacios merecen diferentes clases de acción. El espacio mediático es definido por sus participantes: no hay contenido sin contexto social. Y tampoco hay forma de definir un espacio mediático sin que alguien acceda a él. El problema con las metáforas espaciales es que normalmente no incluyen ningún modelo temporal. La combinación de un modelo temporal con un modelo social, con una definición de los modos de acceso a un set de equipos de comunicación, puede ser suficiente para construir un modelo de un pequeño ciberespacio. (Puedes hacerlo en casa, como hicieron los radioaficionados de los años veinte). Podría describir las formas en que una red puede cambiar dinámicamente, la multiplicidad de las capas de accesibilidad y las formas diversas en que se puede representar un conjunto de datos. Se podría hacer hincapié en la importancia de basarse en estándares mutuamente acordados, no solo en la definición de interfaces entre máquinas o partes de programas, entre software y hardware, o entre diferentes piezas de hardware. Estos mismos estándares también ocurren al nivel de las asociaciones sociales, en la forma o la jerga, en marcas de orientación, en ciertas convenciones para nombrar y dirigirse a lo que aún no se conoce. De esta manera podría desplegarse un espacio cultural construido completamente a partir de las definiciones e interdependencias de los actores que lo crean mediante sus acciones y decisiones. El ciberespacio, por encima de su extensión geográfica, es pura construcción social. Tiene tantas dimensiones cuantos nodos hay en su interior (¿hombre o mujer?), es más un espacio vectorial o uno imaginario descriptible mediante modelos matemáticos bastante abstractos que van más allá de las metáforas tridimensionales.

Por tanto, vincular un entorno social ciberespacial a un espacio físico bien podría volver obsoleta la necesidad de una arquitectura metafórica. A través de los contactos sociales (y la atención que traen consigo), un proceso más difuso de conformación de un espacio híbrido que combina lo real y lo virtual se vuelve productivo. Pero la conexión entre el entorno real y el virtual no será fácil. Es una historia interminable de interrupciones, bugs en la comunicación de humano-a-humano, estándares conflictivos y glitches culturales. Lo virtual no debería convertirse en un mundo casi paralelo, ni volver a la solidez táctil de las ciudades “reales”, la “naturaleza” o lo social que alguna vez pudo haber existido. Los espacios temporales de trabajo y las reuniones que estamos organizando no tienen la intención de producir un consenso. No hay soluciones constructivas. Nuestro objetivo debería ser el diseño de problemas y conflictos, de contenido libre, no la sinergia de todos los medios técnicos.

Contexto

El WorkSpace Manifesto fue escrito para la presentación del Hybrid WorkSpace en la Documenta X de Kassel (Alemania) el 14 de agosto de 1997, y enviado a Nettime tres días después. En palabras de los autores, se trata de un “primer análisis de los espacios temporales de trabajo” realizado a partir de los archivos de audio, vídeo y texto generados por el proyecto, con la intención de bosquejar su contexto teórico.

Aparece en https://www.digitalmanifesto.net/manifestos/134/

Autoras

Pit Schultz es un artista, profesional de la computación y activista de internet nacido en Heidelberg, Alemania en el año de 1965 (3). Actualmente vive y trabaja en la ciudad de Berlín (4). Schultz, quien junto a Geert Lovink creo el género del “Net criticism” (4), es también uno de los fundadores de la lista de correo nettime.org (1995) y del laboratorio para creadores Bootlab (2000) (5). El autor también ha dirigido numerosas estaciones de radio con transmisiones en internet como Radio Internationale Stadt y reboot.fm (5).

Geert Lovink es director (6) y fundador del Institute of Network Cultures de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Amsterdam (6) que tiene como finalidad “explorar, documentar y alimentar el potencial de los nuevos medios para provocar cambios sociales, económicos y culturales” (7). Es además profesor de Medios Interactivos en las Universidad Hogeschool de Ámsterdam, de Teoría de Medios en la European Graduate School y de Nuevos Medios en la Universidad de Ámsterdam (7). Algunas de sus publicaciones son Uncanny Networks (2002), Dark Fiber (2002), My First Recession (2003), Zero Comments (2007), Networks Without a Cause (2012) y Social Media Abyss (2016) (8).

Fuentes

(1) http://www.nettime.org/Lists-Archives/nettime-l-9708/msg00062.html

(2) http://www.kunstradio.at/FUTURE/DX/dxmain.html

(3) https://monoskop.org/Pit_Schultz

(4) https://transmediale.de/de/content/pit-schultz

(5) http://v2.nl/archive/people/pit-schultz

(6) http://networkcultures.org/mycreativity/2014/11/19/on-the-creative-question-manifest-by-geert-lovink-sebastian-olma-ned-rossiter/

(7) http://egs.edu/faculty/geert-lovink

(8) http://www.cccb.org/es/participantes/ficha/geert-lovink/41842

Archivo

Archivo:Nettime WorkSpace Manifesto.pdf

Enlaces

URL: http://www.nettime.org/Lists-Archives/nettime-l-9708/msg00062.html

Wayback Machine: https://web.archive.org/web/20180410055420/http://www.nettime.org/Lists-Archives/nettime-l-9708/msg00062.html