1995 - Cómo convertirse en Astronauta Autónomo - John Eden Raido AAA

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Texto

“¡Este hombre vive su vida de maravilla! De niño leía con interés libros e historias sobre astronomía. Con su primer salario compró un telescopio astronómico… nombró a su hija Astra y a su hijo Mercurio. ¡En cada pensamiento, en cada paso, manifiesta su aspiración por el vuelo interplanetario!”

Pravda, editorial de 1934.

24 de mayo de 1962: John Glenn, un piloto del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, se convierte en el segundo estadounidense en órbita. Utiliza la mayor parte del suministro de combustible del Aurora 7 para conseguir una buena posición y fotografiar amaneceres. Por ello la NASA lo reprende severamente.

Para convertirte en Astronauta Autónomo no solo necesitas comprender la historia de la exploración espacial independiente y actuar en consecuencia, debes tener además actitudes y valores diferentes a las de la sociedad que queremos dejar atrás. Debemos ser nosotros mismos ante todo, donde sea que esto nos lleve. La postura “militante” tan adorada por tantos activistas políticos puritanos no sirve en la Asociación de Astronautas Autónomos (AAA). Es una mentalidad que divide al individuo en dos, separando las necesidades individuales y sociales reales de las personas, separando sus acciones de las razones por las que no pueden soportar la vida en el planeta Tierra, de sus intentos de dejar atrás este mundo. Si el programa de la AAA se convierte en otro trabajo, incluso para una sola persona, habremos fallado por completo.

El militante como individuo y los grupos políticos como organizaciones sufren una especie de desplazamiento de la personalidad: lo que quieren y cómo intentan llegar a ello son dos cosas totalmente diferentes. Por eso, nuestras fiestas son tan valiosas como nuestros textos. Por eso, nos movemos en varias direcciones a la vez.

La AAA no es un programa que uno pone en práctica o hace que otros lo pongan en práctica sino un movimiento social. Aquellos de nosotros que desarrollamos y defendemos las ideas de la AAA no tenemos ninguna ventaja sobre los demás a excepción de una comprensión más clara y una expresión más rigurosa. Como todos los que no están especialmente preocupados por la teoría, sentimos la necesidad práctica de establecer comunidades autónomas en el espacio exterior.

No somos líderes ni expertos, y nunca lo seremos. La gente que espera que todos los involucrados en la red puedan conocer todos los aspectos de los viajes espaciales se engaña a sí misma. Apreciamos el proceso de aprendizaje, el diálogo entre las personas interesadas. Así es como se han desarrollado todas nuestras ideas y así es como lograremos nuestros objetivos. Nuestros métodos de capacitación reflejan este enfoque: se refieren tanto a la interacción social cuanto a la adquisición de habilidades. Quienes proyectan sus esperanzas y deseos sobre nosotros deben comprender que están involucrados. Ellos también son astronautas.

No tiene sentido que una suerte de “élite” de astronautas autónomos llegue al espacio, nuestras trayectorias deben estar abiertas a todos. No estamos proponiendo una especie de comunidad hippie marginal de gravedad cero que excluya a todos los demás.

No tenemos el futuro planeado a la espera de que se desmorone cuando llege el momento. Solo tenemos una idea parcial de cómo se verán al principio las comunidades en el espacio exterior, no después de cien años. Descubrirlo es a menudo la mejor parte, el objetivo de los juegos que jugamos. Nos interesan las posibilidades y la experimentación, no tener la “dirección correcta” o la razón en retrospectiva.

La dificultad radica en la necesidad de ir más allá de las nociones tradicionales de viaje espacial pero sin rechazar conceptos relevantes. No basta entender que la NASA, la ESA y sus homólogos en Europa del Este no tienen nada en común con lo que estamos tratando de lograr. Uno debe ver también qué ha cambiado realmente en los últimos sesenta años y qué aspectos de su tecnología se pueden adaptar a la luz de la situación actual.

Las comunidades de gravedad cero están a la mano, solo la inercia de la sociedad les impide formarse. Su base está ahí y desarrollaremos la propulsión necesaria para alcanzarlas.

El primer paso es considerar los problemas, entablar un diálogo entre gente de ideas afines. La red de grupos de la AAA es un reflejo de esta etapa. Cualquiera que lea esto puede contribuir.

Los medios de comunicación nos han condicionado durante los últimos sesenta años para colocar nuestras esperanzas y aspiraciones en el espacio exterior, pero solo la AAA ha asumido este desafío con seriedad. Como individuos estamos aislados, atomizados, pero si podemos juntarnos y aunar nuestras ideas y habilidades, los viajes comunitarios al espacio se convertirán no solo en posibilidad sino en necesidad. Nos han tomado el pelo, hemos sido engañados para permitir que gobiernos y ejércitos lleguen al espacio en nuestro nombre. De vez en cuando nos lanzarán pequeños bocados como “vida en Marte” o “hielo en la Luna” sin que nada cambie realmente. Debe hacerse evidente que sus intereses no son los nuestros. Ahora es el momento para todos nosotros, para que todos aquí lo hagamos por nosotros mismos y para los demás. Cada hombre y cada mujer es un astronauta autónomo.

Contexto

On Becoming an Autonomous Astronaut fue presentado en 1998 en la Conferenza Intergallactica celebrada en Bolonia (Italia) el 18 de abril, y publicado el 23 de abril en el Tercer Reporte Anual de la Asociación de Astronautas Autónomos (AAA) Moving at Several Directions at Once!, para celebrar el tercer aniversario del Plan Quinquenal presentado el 23 de abril de 1995 en los terrenos del Castillo de Windsor (Reino Unido). Se trataba de establecer “a lo largo del mundo, grupos de AAA locales y comunitarios dedicados a construir sus propias naves espaciales”, tal y como declaran en The Dreamtime Mission, para terminar con el monopolio de las empresas, los estados y los militares sobre el espacio exterior. Como señala Brian Holmes “la idea era crear no un grupo de arte, sino un movimiento social, un fantasma colectivo que actuase a escala global”, y no solo una identidad múltiple como Monty Cantsin, Karen Elliot o Luther Blissett. El manifiesto fue traducido al italiano en 1998 y al francés en 2001.

You cannot take copyright into space.

Autoras

Fuentes

Enlaces

URL:

Wayback Machine: https://web.archive.org/web/19980525122742/http://www.uncarved.demon.co.uk/aaabecoming.html